Cambio, por Lesly Angélica Carrasco Peniche
El cambio implica sacrificio, perdidas, triunfo, éxito; muchas veces, nos arroja los brazos de la incertidumbre, del desconcierto, y porque no decirlo: nos enfrenta con la soledad.
El cambio sucede cuando algo o alguien transforma o modifica una parte de su ser convirtiéndolo o intercambiándolo en otro. Pero, ¿hasta qué punto se encuentra uno dispuesto al cambio?
La inercia poco puede ayudarnos , la vida no es inmóvil, ella avanza y por lo tanto nos vemos obligados a continuar, contemplar nuestros pasos desde un plano evolutivo.
Es sorprendente observar los «cambios» que surgen en periodos. Toma una fotografía tuya de hace unos años, obsérvate: ¿a quién ves? ¿Eres tú? ¿Piensas lo mismo del mundo ahora que en ese entonces?
Hay cambios buenos, no me atrevería a juzgar o clasificar a uno como «malo», finalmente todas las experiencias vividas nos brindan una lección que nos lleva a «perfeccionar» nuestra esencia.
El dolor que implica el cambio es superado por la belleza del presente y en determinado caso, del futuro. Cada cambio nos acerca un poco más a nuestros sueños, otras veces, nos aleja. Somos los únicos responsables de lo que sucede, es decir, escogemos el camino que deseamos recorrer.
“Tener sueños es fácil, siempre y cuando no te veas comprometido a cumplirlos, si fallas y no obtienes tu sueño, entonces podrás culpar a alguien y todo te será más simple» Por eso no hay que temer al cambio, simplemente nota esas nuevas características como complementos de tu alma y esencia, y con esos cambios acércate a tus sueños.
Es difícil aceptar un cambio… En especial cuando duele….
Empero: puede ser un incentivo…
El tiempo es el mejor amigo del cambio